JAPÓN

Qué ver en Kioto: Sin duda, esta ciudad es una de las más bonitas de todo Japón y seguramente un lugar en el que no dudamos que te gustaría, al menos, pasar un tiempo viviendo. En este artículo, a modo de pequeña guía, te indicamos los 27 lugares imprescindibles que ver en tu visita de tres días.

Ya de por sí, Kioto es una de las ciudades imprescindibles que debes visitar en tu viaje de 15 días a Japón, junto con Tokio, Osaka, Nara y la isla de Miyajima. Tiene un patrimonio artístico y cultural inconmensurable, con muchos monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad y lugares arqueológicos.

Capital histórica, intelectual y cultural del país, Kioto fue antigua capital imperial durante más de mil años, y está habitada por las geishas y maikos, monjes y bonzos, salpicada de templos y santuarios y hermosos jardines japoneses, y centro de las artes, como el teatro (kabuki) o el arte floral (ikebana).

Por cierto, para las tres primeras noches en la zona de Kioto y Nara escogimos el Hotel Glad One Kyoto Shichijo by M’s de Kioto, un hotel altamente recomendable por su ubicación y tranquilidad. Igualmente, te dejamos el enlace para que busques otros muchos alojamientos en Kioto.

MAPA DE QUÉ VER EN KIOTO

IMPRESCINDIBLES DE KIOTO: QUÉ NO TE PUEDES PERDER

Barrio de Gion

Al este del río Kamo se encuentra el turístico y tradicional barrio de Gion, sin duda una de las atracciones más importantes de Kioto. Está constituido por pequeñas callejuelas con casas tradicionales de madera, canales que dan al río de gran encanto, y en él se pueden observar, si tienes suerte, alguna de las geishas y maiko (aprendices de geisha) que trabajan en el barrio.

Pontocho

Cruzando el río encontrarás el barrio de Pontocho, con un encanto y carácter incomparable, pues tiene bonitas casas bajas de madera, delicadamente decoradas; mesones, casas de té y y restaurantes con farolillos de papel de arroz y cortinas de tela.

La Pontocho-dori, o calle Pontocho, es una estrecha y larga callejuela plagada de restaurantes, cuyas terrazas asoman al río Kamo. Por su parte, en la Kiyamachi-dori encontrarás uno de los barrios nocturnos más animados y fiesteros de toda la ciudad, con bares, restaurantes, salas de fiestas y casas de maiko.

Templo Kinkaku-ji

Conocido como el Pabellón de Oro, el templo budista Kinkaku-ji es Patrimonio Mundial de la Unesco y se asienta a los pies del monte Kinugasa. Se trata de uno de los tres más visitados de la ciudad, y fue construido en el siglo XIV por el shogun Ashikaga Yoshimitsu, aunque no se convirtió en templo hasta su muerte.

El pabellón se quemó en los años cincuenta durante el suicidio de un joven monje y fue reconstruido y recubierto con láminas de oro. Posee un encantador estanque, especialmente bonito en invierno, bajo el sol y cubierto de nieve, además de en época otoñal, rodeado de colores ocres y rojizos.

Templo Ryoan-ji y su jardín zen

También Patrimonio Mundial de la Unesco, el Ryoan-ji se compone de templos, parques y jardines fundados en 1473, aunque el templo principal fue destruido por un incendio en 1797 y reconstruido en el siglo XIX.

El jardín zen, obra del maestro Soami, tiene forma rectangular, con treinta metros de largo y diez de ancho, y cerrado por tres muros; compuesto por un patio de grava gris peinado por los monjes a rayas simétricas que simbolizan los ríos y remolinos de las olas de los mares. Está salpicado por quince rocas que representan a los continentes e islas del mundo, y que, curiosamente, no se pueden ver siempre todas desde el mismo punto.

Templo Ninna-ji

Continuando desde el Ryoan-ji por la avenida Kinukake hacia el oeste de la ciudad, a unos veinte minutos a pie, encontramos el complejo de templos budistas de Ninnaji, también Patrimonio Mundial, y cuya impresionante puerta de entrada Nio-mon, de madera, da la bienvenida a este acogedor lugar.

Una vez pasada la entrada, hay un grupo de edificios con pasillos casi laberínticos y un precioso jardín con un estanque y vistas a la pagoda de cinco pisos, con 33 metros de altura, además de una casa tradicional de té.

El templo principal del Ninna-ji fue levantado en el año 886 por el emperador Koko y terminado posteriormente por su hijo.

Tras ver el templo Ninna-ji, camina durante tres minutos hasta la estación Omuro-Ninnaji, para subirte en el tranvía Randen, un precioso y cuidado medio de transporte que te llevará hasta el barrio de Arashiyama.

Bosque de bambú de Arashiyama

Este bosque de bambú es quizá la principal atracción de Kioto: un paseo de casi un kilómetro entre bambús gigantes que parecen alzarse hasta el cielo. Al ser gratuita, debes tener en cuenta que casi siempre está atestada de gente, con lo que es mejor ir a primera hora de la mañana.

Fushimi Inari

El Fushimi Inari es otro de los grandes atractivos de Kioto. La entrada a este santuario sintoísta es totalmente gratuita y está abierto al público durante las 24 horas del día, pero tanto a partir de las 9 ó 10 de la mañana como al atardecer se llena de visitantes.

Ubicado en una colina, debes calcular al menos un par de horas si quieres visitar sus más de 30.000 tori de color bermellón que se extienden a lo largo de unos cinco kilómetros de bosque. El Fushimi Inari fue reconstruido en el estilo Momoyama en 1499, después de que la familia coreana Hata se instalara en Fushimi en el siglo VIII para rendir culto a Inari, la deidad de la fertilidad, la agricultura y el éxito.

Además, el Fushimi Inari es el santuario más importante de la rama Inari de todo Japón, de los más de cuarenta mil que existen en todo su territorio. Hay cientos de estatuas de piedra que representan a Jizo-bosatsu, la divinidad protectora de los viajeros y los niños, puestos de madera donde los creyentes atan sus tablillas de madera con oraciones, oráculos, figuras que representan al zorro (kitsune, protector de la cosecha).

No faltan tampoco los cuervos, que con la caída de la noche y la propia oscuridad del bosque otorgan a Fushimi Inari de una mística muy respetable.

Pagoda Yasaka

La Yasaka es una pagoda de cuatro pisos, que es símbolo de Kioto y, por ende, de Japón, y la encontrarás en uno de los barrios más característicos de la ciudad: Sannenzaka, una red de calles peatonales que va hasta el templo Kiyomizu-dera y que está flanqueado por tiendas de anticuarios, artesanía y recuerdos y casas tradicionales del estilo machiya. Allí podrás tomarte algo en un Starbucks que hay en una casa japonesa de época.

Templo Kiyomizu-dera

Para nosotros, uno de los templos budistas más imponentes que puedes ver en Japón en 15 días. Se trata, así, de uno de los más conocidos y visitados, y si comienzas temprano el día, podrás verlo sin demasiada gente, pues a partir de las diez de la mañana, más o menos, llegan los grupos de visitas guiadas.

El Kiyomizu-dera es un conjunto de siete templos con una pagoda y cuyo edificio principal descansa desde el año 798 en una gran plataforma sostenida por 139 robustos pilares de madera.

Su nombre significa agua pura y cuenta de ello es la gran fuente que mana agua de una colina y vierte las mismas en un estanque ritual donde los creyentes hacen ritos de purificación con unos utensilios para coger agua, beberla y lavarse las manos. Desde ahí abajo puedes contemplar la maraña de columnas que sostienen el templo, una verdadera joya arquitectónica.

Por cierto, desde casi todos los caminos y miradores pueden verse estupendas panorámicas de Kioto, ideales al amanecer y al atardecer.

La calle Nene y los templos Kodai-ji y Ryozen Kannon

Este barrio, Shimokawaracho, está literalmente plagado de templos y santuarios (como casi el resto de Kioto) y destacan por sus diferencias: los encontrarás más coloridos, un poco más tristes, coquetos y pequeños, e impresionantemente enormes.

En la peatonal calle Nene-no-michi vimos varios: el Kodai-ji, fundado en 1606 por la viuda de un shogun para honrar su memoria, rodeado de una plantación de bambú y flanqueado por dos estanques. También puedes visitar el Ryozen Kannon (1955), con su enorme estatua dedicada a los caídos por la paz. Por último, asómate al pequeño templo Entoku-in, con jardines secos iluminados y una casa del té.

Templo Adashino Nenbutsu-ji

Se trata de un lugar místico, pues alberga una especie de bosque de esquelas y tumbas de piedra con más de 8.000, bajos y erosionados por el tiempo, y cubiertos de musgo y líquen. El Adashino Nenbutsu-ji se ubica en el distrito de Saga Toriimoto, muy tradicional y característico por sus casas de techos de paja.

Por cierto, en este templo hay otro bosque de bambú que, aunque un poco más pequeño, está muchísimo menos masificado y merece mucho la pena.

Templo Tenryu-ji

La siguiente parada es el templo budista Tenryu-ji, cerca del bosque de bambú y del río, Patrimonio Mundial de la Unesco y fundado en 1339, con unos bonitos jardines de estilo Soseki.

Canal del río Katsura y al puente Togetsu-kyo

Denominado río Hozu hacia el norte, cambia de nombre y se llama río Katsura abajo del puente Togetsu-kyo. Significa puente que cruza la luna, y desde ahí puedes volver por la ribera hasta el bosque de bambú y disfrutar de las bonitas vistas y panorámica de las gargantas y un meandro del río.

Santuario Yasaka Jinja

Si entras al recinto desde la calle Shijo, te recibirá un gran tori de piedra. A este santuario sintoísta, cuyo origen no está del todo claro (aunque se reconstruyó en el siglo XVII), los creyentes acuden a invocar a las divinidades contra las enfermedades.

Parque Maruyama

A continuación, te invitamos a que visites el bonito parque Maruyama, de entrada gratuita, entre el primer santuario y el templo budista Chion-in. Se trata de uno de los parques preferidos por los habitantes de la ciudad para ver los cerezos en flor en primavera. En medio del recinto hay un gran cerezo que domina los jardines.

Templo Chion-in

Este templo budista es también otro de los lugares que más nos sorprendieron de Kioto por su inmensidad. Es Patrimonio Mundial de la Unesco, sede de la rama budista Jodo y construido en 1234. Aunque los templos originales fueron devastados en incendios a lo largo de la historia, y los actuales datan del siglo XVII.

Eso sí, para llegar al complejo hay que subir varias escalinatas flanqueadas por la gran puerta San-mon, de 1621, con 24 metros de altura y 50 de ancho. Hay dos jardines de pago, un inmenso templo de madera, un edificio declarado tesoro nacional que alberga una estatua de Bodhisattva Seishi y el mausoleo de Honen Shonin, fundador del Jodo, primera rama independiente del budismo de la Tierra Pura japonés.

Templo Ginkaku-ji

Comúnmente denominado Pabellón de Plata, aunque en realidad nunca estuvo recubierto de láminas de plata como planteaba el proyecto original. Hay un jardín seco que incluye un cono de grava evocando la figura de un volcán, y una formación de grava que representa un mar de plata.

Destacan también en esta zona de templos el Hon-do y el Tokyu-do, una capilla privada con estatuas de Buda y de Kannon. El templo Ginkaku-ji tiene una de las casas de té más antiguas de todo Japón.

Templo Kennin-ji

Uno de los templos zen más antiguos de Kioto, el Kennin-ji tiene quince pabellones sagrados y santuarios de estilo chino, construido en el siglo XIII por el sacerdote que introdujo el té en Japón, y principal templo budista de la rama Rinai. Contiene la obra maestra Fujin-Raijin-zu, un biombo dorado.

Mercado de alimentación Nishiki

Encontrarás esta galería cubierta entre las calles Takakura y Teramachi, con una gran cantidad de puestos de alimentación, bares y restaurantes de exquisita gastronomía japonesa. Dentro se encuentra el curioso santuario sintoísta de Nishiki-Tenmangu, muy pequeño y colorido.

Templo Eikan-do

El templo Eikan-do, reconstruido en el siglo XV, tiene un precioso jardín que debes visitar, y se extiende sobre las laderas del monte Daimonji. Por tanto, tiene un entorno natural super bonito, y allí se celebra la gran fiesta anual del Bon, el 16 de agosto, en la que se encienden hogueras por toda la colina que dibujan la palabra japonesa Dai (grande en castellano). Este templo budista tiene una pagoda con vistas panorámicas a Kioto.

Templo Nanzen-ji

Fundado en 1264 por un emperador fascinado por la filosofía zen, tanto que transformó su villa aristocrática en este templo. Su monasterio, el Nanzen, fue reconstruido después de varios incendios, y alberga pabellones del siglo XVII.

El templo Nanzen-ji tiene una gran puerta principal, la San-mon, con un techo pintado; el pabellón Hojo, con un jardín zen dedicado al tigre; el jardín Tenju-an, también precioso, y un acueducto de ladrillo rojizo de casi cien metros.

Camino del Filósofo

Es un canal de unos dos kilómetros de longitud precioso y romántico, puramente peatonal. Nosotros comenzamos a caminarlo desde el sur, en la zona del santuario Nyakuo-ji, a los pies de las colinas de Higashiyama, hasta el norte, donde se ubica el templo Gingaku-ji.

Este paseo, también llamado Camino de la Filosofía (en japonés, Tetsugakuno-michi), está muy bien indicado y señalizado, y recibe su nombre en recuerdo del filósofo Nishida Kitaro, quien vagaba por él para meditar. No en vano, su tranquilidad contrasta con el bullicioso centro de Kioto.

Parque Okazaki

Después de tomar algo en el mercado de Nishiki, dirige tus pasos de nuevo hacia el noreste, cruzando el río, para terminar en la zona del Museo Municipal de Arte de Kioto, y el parque Okazaki, al norte de este centro, y que destaca por un inmenso tori de color naranja que verás desde la lejanía.

Heian Jingu

Este santuario sintoísta se sitúa al norte del parque Okazaki, y fue construido a finales del siglo XIX para conmemorar los 1.100 años de la fundación de la ciudad de Kioto. Rodeado de arces y cerezos, es una reproducción en proporción del primer palacio imperial, que fue destruido.

Cuesta Keage

La famosa cuesta o inclinación Keage, en el distrito de Sakyo, antiguamente era una vía ferroviaria en pendiente y que ahora se ha convertido en un lugar para pasear muy instagrameable, pues está lleno de cerezos que en primavera florecen.

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PREGUNTAS FRECUENTES SOBRE QUÉ VER EN KIOTO

¿Dónde puedo ver geishas en Kioto?

En el barrio de Gion, uno de los más tradicionales de la ciudad, es posible ver geishas y maikos (aprendices de geisha), especialmente al atardecer, si tienes algo de suerte.

¿Cuántos días son necesarios para ver Kioto?

Lo ideal es dedicar al menos 3 días completos a Kioto para poder conocer sus templos más importantes, disfrutar de paseos por barrios tradicionales como Gion o Pontocho, visitar el bosque de bambú de Arashiyama y hacer alguna escapada cercana, como al santuario de Fushimi Inari. Si quieres ir con más calma y sumergirte en su ambiente, 4 o 5 días serían perfectos.

¿Qué no te puedes perder en Kioto?

No te puedes ir de Kioto sin ver el santuario Fushimi Inari con sus miles de toriis rojos, el templo Kinkaku-ji o Pabellón Dorado, el bosque de bambú de Arashiyama, y el templo Kiyomizu-dera. También vale mucho la pena pasear por Gion, cruzarte con alguna geisha, y probar la gastronomía local en los izakayas del centro.

¿Cuál es el templo dorado más famoso de Kioto?

El Kinkaku-ji, también conocido como el Pabellón de Oro, es uno de los templos más visitados de Kioto y está recubierto de láminas de oro, situado junto a un estanque que lo hace especialmente fotogénico.

¿Qué templo tiene el jardín zen más famoso de Kioto?

El templo Ryoan-ji alberga el jardín zen más célebre de la ciudad, con un diseño minimalista de grava rastrillada y quince rocas dispuestas de forma que nunca se pueden ver todas desde un mismo ángulo.

¿Dónde está el bosque de bambú más famoso de Kioto?

El bosque de bambú de Arashiyama es uno de los lugares más emblemáticos de Kioto. Es un paseo gratuito entre altos bambús que resulta muy concurrido, especialmente a media mañana y por la tarde.

¿Qué es el Fushimi Inari y por qué es tan conocido?

El Fushimi Inari es un santuario sintoísta famoso por sus miles de tori rojos que forman senderos a través de la montaña. Está abierto las 24 horas y es uno de los lugares más visitados de Kioto.

¿Cuál es el templo con mejores vistas de Kioto?

El Kiyomizu-dera ofrece algunas de las mejores panorámicas de la ciudad desde su gran terraza de madera sostenida por 139 pilares, especialmente al amanecer y atardecer.

¿Qué hacer en Pontocho por la noche?

Pontocho es un barrio ideal para salir a cenar o tomar algo por la noche, con callejuelas llenas de restaurantes tradicionales y vistas al río Kamo, además de una animada vida nocturna en la Kiyamachi-dori.

¿Qué templo destaca por su pagoda de cinco pisos?

El Ninna-ji cuenta con una impresionante pagoda de cinco pisos visible desde sus jardines. Es un complejo tranquilo y menos masificado, con una arquitectura espectacular.

¿Cuál es el templo con miles de estelas de piedra?

El Adashino Nenbutsu-ji es un templo místico con más de 8.000 pequeñas estelas funerarias de piedra cubiertas de musgo, en un entorno muy tranquilo y tradicional.

¿Qué parque es ideal para ver cerezos en flor en Kioto?

El parque Maruyama es uno de los lugares más populares entre los locales para disfrutar de los cerezos en flor durante la primavera, y cuenta con un gran cerezo central muy fotogénico.

¿Por qué es famoso Kioto?

Kioto es famosa por haber sido la capital imperial de Japón durante más de mil años y por conservar el alma más tradicional del país. Es conocida por sus templos budistas, jardines zen, geishas, festivales antiguos y arquitectura clásica japonesa. Es el lugar perfecto para vivir la experiencia del Japón más auténtico.

¿Qué tiene de especial Kioto?

Kioto tiene un encanto único: combina historia, espiritualidad y belleza natural en cada rincón. A diferencia de otras grandes ciudades japonesas, aquí el tiempo parece ir más despacio. Sus calles empedradas, templos escondidos entre árboles, casas de té y rituales centenarios te transportan a otro mundo.

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